Se desarrollo el arte por la guerra de Arauco, además Chile estaba bastante alejado de las otras provincias del virreinato, entonces lo que hizo Chile fue traer obras de los principales centros artísticos de Sudamérica. No de América completa sino que la parte en donde gobernaba el virreinato, entonces las pinturas venían principalmente del Perú. En el caso del museo de San Francisco de Asís venían del Cuzco y las obras fueron encargadas por los franciscanos para el convento que originalmente estaban el los muros del claustro. Estas pinturas estaban recubiertas, gran parte del año por unas tapas de madera que las cubrían de la intemperie y solamente las exhibían al público para la fiesta de San Francisco u otras fiestas importantes.
La primera pintura se llama El nacimiento de San Francisco.
Si uno se enfrenta al cuadro, a mano derecha, uno puede ver a la madre de San Francisco que empieza a tener problemas en el parto, entonces ella no puede tener a su hijo, por lo que recibe el anuncio de un ángel, éste dice que vaya hacia un pesebre para poder dar a luz tranquila. Entonces uno se puede dar cuenta que en la parte superior del cuadro se ve a San Francisco naciendo en una pesebrera, rodeado de animales, incluso con una estrella, es decir, nació igual que Jesús a pesar de que venía de una familia muy rica. Después en el primer plano de la pintura, viene un ángel, que esta vestido como si fuera un peregrino y quiere conocer a este niño recién nacido, dando una similitud a los reyes magos y si uno se fija, éste ángel le marca la cruz en el hombro. Esta señal de la cruz es una consagración con Jesús, entonces por lo mismo hay una columna en lado derecho de la pintura en donde se ven a unos demonios enfurecidos porque ellos en ese minuto saben lo importante que va a llegar a ser este santo para la historia de la iglesia y de la humanidad. Finalmente, al costado izquierdo se muestra que el ángel viaja al paraíso para hablar con Elias y Enoc, que según la tradición bíblica, fueron profetas que no murieron, sino que subieron en cuerpo y alma al cielo porque ellos llevaban una vida ejemplar. Éste ángel vestido de peregrino subió a contarles que nació San Francisco. Entonces son escenas distintas, separadas por muros, pilares que nos van relatando el nacimiento de San Francisco. La figura del perro que se encuentra en el centro de la pintura puede tener múltiples explicaciones y una de ellas es que todas las pinturas coloniales tienen la influencia del barroco, que era un estilo que usaba el claro oscuro, por lo que hay escenas muy oscuras, que chocan con haces de luz y además estas obras de arte tenían horror al vació, por lo que se llenan todos los espacios. El perro puede que esté ahí para llenar en parte la composición. Otros le dan un carácter de representación al demonio y que su objetivo era espantar al ángel.
Arriba en la pintura uno puede ver el rompimiento de gloria, llamado así en el arte colonial, porque se abren las nubes y entra la luz con ángeles. En este rompimiento de gloria hay un texto que dice paz y bien. Además hay un medallón explicativo que esta escrito en castellano antiguo que dice: No puede parir doña Picha hasta ser llevada del ángel a un pesebre donde nace Francisco entre un buey y un pollino. Poniéndole el ángel una cruz sobre el hombro izquierdo, se olle en el aire música celestial, paz bonus paz bonus, turbase todo el infierno, revela el ángel peregrino del nacimiento de Francisco a Enoc y Elias en el paraíso.
Estas pinturas en el tema del mundo colonial se basan mucho en el sincretismo, es decir la unión y mezcla de culturas, por lo que cuando llegan los conquistadores y se encuentran con los indígenas y se produce algo nuevo. Entonces vamos a encontrar mucha influencia del grabado flamenco que son unas láminas que se traían de Europa. Generalmente en los paisajes y en los textiles, hubo muchas cosas propias del mundo indígena que fueron utilizadas, como también es el caso de las alas de los ángeles que fueron copiadas de las aves americanas como el papagayo.
La segunda pintura llamada San Francisco niño reparte el pan, que es una de las pinturas más importantes y reconocidas por su sincretismo.
Lo que se intento en esta pintura es resaltar lo que San Francisco, desde muy niño realizó, que fue ser generoso. Por lo que se muestra que él repartía su propia comida a los pobres y enfermos de Asís y a su vez hay una escena mas pequeña que cuenta que el mismo San Francisco niño sale a mendigar a las calles como para compartir un poco lo que era recibir limosna, vislumbrando lo que va a ser cuando grande.
El medallón explicativo dice: Dejando la mesa, coge el plato y el pan de su sustento y lo da a los pobres, siendo muy niño Francisco siéntase a pedir limosna en las puertas de las iglesias entre los pobres. Lo interesante de este cuadro en el fondo, es que aquí se marca muy bien lo que habíamos mencionado anteriormente, que era el sincretismo, dado que los indígenas, como no conocían muy bien como era Europa en el siglo XIII, las vestimentas de la familia de San Francisco corresponden mas a la clase alta del virreinato peruano, que a una vestimenta medieval. Si uno se fija, en la mesa hay un ají y un rocoto, que eran frutos propios del Cuzco. En el fondo de la pintura se ve la plaza del Cuzco.
Otra cosa, es que la técnica utilizada por los indígenas es mas bien plana o geométrica, por lo que en la mesa, en las sillas o el mueble de los platos de la pintura, uno se da cuenta que la perspectiva no se maneja del todo bien, e incluso si uno se fija en San Francisco niño, las proporciones son como si hubieran comprimido a un adulto. Además como trabajaban varias personas en una misma obra, de repente uno se puede encontrar con pinturas mejor elaboradas técnicamente que otras o que en una misma pintura hay personajes muy bien hechos y otros no tanto, como es el caso de esta obra.
Hay muchas teorías sobre la pintura colonial que no se pueden comprobar del todo, pero que tiene bastante sentido como es el hecho de agregar rostros de personas ilustres de la época, al igual como lo hicieron con sus frutos, o simplemente personas que ellos conocían y las iban retratando.
La tercera pintura corresponde a un milagro bien anecdótico, llamado El milagro de las manzanas. Este cuadro trata de los comienzos de San Francisco, cuando se pone el sayal, que corresponde al traje café y la tonsura. Un día va a predicar a la cuidad y una familia adinerada lo invita a cenar a su casa y mientras el comienza a predicar, la empleada de la casa, que en el cuadro sale en el fondo de la pintura, también quería ir a escucharlo, por lo que comienza hacer todo rápido y se descuida, cayéndole una olla de agua hirviendo al hijo del dueño de casa, por lo que ella se asusta y lo esconde dentro de un baúl. Entonces después llega San Francisco y comienza a cenar, pidiendo una manzana y la familia le dice que no es temporada de manzanas, pero el insiste diciéndoles que vayan al baúl porque allí encontraran manzanas. Entonces llega la empleada asustada llorando y dice que el niño murió, escondiéndolo en el baúl. Al momento de abrir el baúl sale el niño con una manzana en cada mano.
En el medallón dice: Convidaron a comer dos devotos suyos a nuestro padre seráfico en un día que predicaba y en el instante del sermón caía a una caldera hirviendo al hijo que tenían y viendo su desgracia lo ocultaron. Pidió el santo en la mesa unas manzanas y diciendo ellos que no era tiempo de ellas, hizo el santo abrir y abierta el arca se levanto vivo el niño con dos manzanas en las manos.
Si se pone atención al cuadro, uno puede darse cuenta que nuevamente se muestra el ají y una granada que son productos del Cuzco. La manzana y la granada tienen algunos simbolismos, que corresponden a la resurrección. Entonces lo que este cuadro apunta es a una similitud con Jesucristo, ya que muestra que San Francisco en vida también hizo milagros.
Los paisajes que se encuentran en la pintura corresponden a grabados flamencos y pertenecen a la Europa medieval, ya que en ellos hay castillos. Entonces al igual que los dos cuadros anteriores se van relatando varias escenas con distintos portes.
En la cuarta pintura llamada El sueño de Inocencio III. En su medallón dice: Fue nuestro padre San Francisco a pedir al Papa Inocencio III confirmación de su orden, repelió del pontífice y la noche siguiente vio en sueño que desde el pie de su cama crecía una palma que llegaba al cielo y unos hombres muy pequeños del suelo cogían sus mas altas ramas, y a si mismo que la iglesia de Letrán se arruinaba y nuestros padres patriarcas Santo Domingo y San Francisco con sus hombros la sustentaban, movido de estas visiones le concedió lo que pedía. Entonces se cuenta que San Francisco viajó con sus doce discípulos encontrando un percance en el Vaticano, ya que lo guardias papales no lo dejaban entrar por su apariencia tan informal. El Papa les dijo que se metieran a unas de las órdenes ya existentes y allí fue cuando soñó el Papa que se destruiría la iglesia de Letrán, que en ese entonces era una de las iglesias más importantes de Italia. En el sueño había una persona que la sostenía e impedía que esta se cayera, entonces ahí el reconoció que esa figura era San Francisco, por lo que finalmente aceptó lo requerido, ya que este hombre era necesario para renovar la iglesia, por lo que se creó una nueva orden, El único inconveniente fue que el Papa encontraba que eran muy rigurosas las reglas que ellos querían vivir, ya que en el fondo era muy sacrificada su vida, pero de igual manera, le dieron paso para fundar la orden franciscana.
En la pintura hay un detalle muy peculiar. Hay una custodia, que es un utensilio que se ocupa para un rito que se llama la adoración al santísimo. Los católicos creen que en la ostia consagrada, está la presencia real de Dios, por lo tanto de esta forma se adora a Dios, y la parte blanca de la custodia se encuentra la ostia y si uno se fija hay un calvario, que es la escena de cristo, con Maria y San Juan, que se refleja en el cuadro como una sombra muy leve. También se puede apreciar el detallismo que tiene este trabajo, como es el caso de la misma custodia, o en la textura de las telas, de las alfombras, entre otros. Por último, nuevamente el tema de las perspectivas no se maneja muy bien.
En esta ultima pintura llamada Los funerales de San Francisco, que una de las características que tiene, es que se encuentra firmada por Juan Zapaca Inga acabándose la obra a fines de febrero de 1684. Es muy interesante que ésta tenga una firma porque casi ninguna obra colonial la tiene.
En el medallón dice: Llevan a la cuidad de Asís a enterrar el cuerpo de nuestro padre seráfico San Francisco para que como Dios vio toda la comarca que asistió en compañía de la cuidad con sirios, ramos y palmas. Pasa el cuerpo por le convento de Santa Clara y salen las religiosas con su santísima madre a adorar las llagas de nuestro padre San Francisco. Entonces en este cuadro se muestra toda la procesión, y nuevamente se ve la plaza del Cuzco como telón de fondo, y si uno se fija hay algunos personajes en la pintura que miran al espectador o como si caminaran al revés de la prosesión. Hay varias teorías sobre estos personajes y la más segura, es que estos son personas del taller que se autorretratan dentro de la procesión y que al mirarnos, nos invitan adentrarnos, haciéndonos participe de ella. Además, si uno se fija, arriba del sirio uno puede ver a un personaje que salio en la pintura de San Francisco cuando niño y de allí sale la teoría que él es Juan Zapaca Inga, que es el autor del cuadro. Además se encuentra Santa Clara y otra monja a los pies de San Francisco, de la misma forma que estuvo Maria Magdalena a los pies de de Jesucristo. Otra cosa interesante en el cuadro son los estigmas, que se dice que las heridas de San Francisco se habían transformado en verdaderos clavos en sus manos y en los pies. Las palmas de las manos nos hablan de la santidad. El personaje vestido con un atuendo muy parecido al Papa es el arzobispo de Asís, que es en realidad, el retrato del obispo Mollinedo, que fue uno de los grandes mecenas del Cuzco. También se encuentran a los dominicos en la procesión.
Por ultimo al fondo derecho se puede ver el convento de las monjas y técnicamente este cuadro se ve muy bien trabajado.
A modo de conclusión podemos decir que San Francisco de Asís ha sido un modelo ejemplar para la religión católica, ya que él refleja lo mas cercano al evangelio y también el hecho de cumplir las obras de misericordia de la mejor manera
En el caso de las pinturas realizadas en el Cuzco, podemos destacar el legado cultural que tienen estas obras de arte, ya que con ellas podemos aprender cada vez más sobre la vida de este magnífico santo. Si uno ve la importancia histórica que tienen estas pinturas del arte colonial, fue su poder evangelizador, es decir, la enseñanza por medio de la imagen, por las cuales, las personas podían comprender en qué consistía la religión católica y la vida de San Francisco de Asís, ya que en ese tiempo el arte era la Biblia de los iletrados y estas cumplieron un rol fundamental al momento de enseñar por medio de las pinturas, ya que al no ser por estas obras de arte, en nuestro país hubiera sido muy complicado traer la palabra de Dios. El saber leer y escribir, era un privilegio de muy pocos, incluso gente que tenia dinero no sabia. Por lo que fue el mejor método de evangelización para que casi todos los ciudadanos de ese entonces pudieran comprender el mundo de Dios.
La religión católica no seria la misma si no hubieran existido estas pinturas que enseñaban de manera muy simbólica, ya que por ejemplo en San Francisco de Asís, se presentan los momentos mas importantes de su vida, utilizando técnicas del arte barroco y permitiendo muchas veces terminaciones en las pinturas con un exquisito toque de sincretismo, haciendo un contraste con las dos culturas, que era la de los conquistadores y los indígenas.